La Ley N°21.659, normativa que, entre otras cosas, introduce la obligación del uso de cámaras corporales por parte del personal operativo de seguridad privada, marcando un avance hacia mayor transparencia, trazabilidad y confianza ciudadana.
A partir del 28 de noviembre de 2025 comenzará a regir la Ley 21.659, que establece la obligatoriedad del uso de cámaras corporales por parte del personal operativo de seguridad privada que porte armas no letales o dispositivos eléctricos de control. El objetivo central de esta normativa es asegurar que todo procedimiento cuente con respaldo audiovisual verificable, evitando vacíos probatorios y fortaleciendo la confianza ciudadana en quienes cumplen funciones de resguardo.
Este nuevo marco normativo incorpora estándares más exigentes para la grabación, almacenamiento, gestión y seguridad de los registros audiovisuales. Las empresas del rubro deberán actualizar sus protocolos internos y sistemas tecnológicos para cumplir con estas disposiciones y resguardar la integridad de la evidencia.
“La entrada en vigencia de esta ley marcará un antes y un después en el sector de la seguridad privada y en el ecosistema de las comunicaciones. Ya no se exige sólo registrar, sino también garantizar evidencia confiable y protegida para procedimientos judiciales”, explica Marcelo Silva, Channel Manager Hytera en Chile, proveedor líder de tecnologías y soluciones de comunicación profesional a nivel mundial.
“Como fabricante mundial de tecnologías de misión crítica, contamos con un variado portafolio de cámaras corporales, hemos desarrollado soluciones que, por defecto, cumplen con los nuevos estándares que exige la Ley 21.659, entre ellos: baterías no removibles de alta capacidad y duración, que cubren sobradamente el turno del personal de seguridad, fabricadas con los mayores estándares de calidad que aseguran una transmisión segura y la integridad del registro audiovisual por al menos 120 días, tiempo mínimo exigido por esta norma”, complementa.
La normativa también abre una ventana de oportunidad para profesionalizar aún más la industria. En Chile, según datos recogidos por la Cámara Nacional de Comercio a fines del año pasado, el número de empresas de seguridad privada creció cerca de un 350% entre 2013 y 2023, mientras que las ventas totales del sector registraron un alza de más del 400% en ese mismo periodo. Por lo anterior, el incremento en la demanda de equipamiento especializado ya se hace notar en el mercado, generando un proceso de renovación que impactará tanto en la calidad del servicio como en la competitividad del sector.
La normativa también abre una ventana de oportunidad para profesionalizar aún más la industria. El incremento en la demanda de equipamiento especializado ya se está haciendo notar en el mercado, generando un proceso de renovación que impactará tanto en la calidad del servicio como en la competitividad del sector.
Al respecto, Lino-Alonso Román, Gerente General de AndesTEC, empresa especializada en la integración y puesta en marcha de sistemas de bodycams para organizaciones, comenta que “a partir de nuestra experiencia, hemos comprobado que la implementación de estas soluciones no solo mejora la trazabilidad y transparencia de las operaciones, sino que también fortalece la confianza, optimiza la gestión de incidentes y eleva los estándares de cumplimiento normativo en las organizaciones. Cuando la tecnología se integra con los procesos y las personas la adoptan correctamente, se logra un cambio real en la forma de operar y en la confianza que las instituciones generan hacia su entorno”.
Desde el punto de vista legal, la implementación correcta será determinante. El tratamiento de datos personales, el acceso controlado a la evidencia y la garantía de que los registros no puedan ser manipulados son pilares que deberán cumplirse rigurosamente. Las imágenes serán consideradas evidencia formal y su alteración o gestión indebida podría acarrear sanciones.
“La Ley 21.659, y en particular su reglamento, establecen un marco normativo bastante exigente para el uso, resguardo y tratamiento de las grabaciones obtenidas por cámaras corporales en el marco de la seguridad privada. La idea central es asegurar la trazabilidad y la cadena de custodia tanto del dispositivo como del software, garantizando la integridad de los registros y evitando usos arbitrarios. El desafío estará en la correcta implementación de estos estándares: contar con equipos adecuados, procedimientos claros y personal capacitado para cumplir con las exigencias que la ley establece”, complementa Víctor Beltrán, académico e investigador adjunto de la Facultad de Derecho de la Universidad Diego Portales.
Preparar esta transición no solo evitará problemas de cumplimiento, sino que permitirá que las empresas estén listas para un entorno más moderno, más seguro y orientado a la transparencia. La seguridad del futuro será trazable, auditable y tecnológica, y la implementación temprana será clave para que la aplicación de esta normativa avance bajo los estándares establecidos en el marco legal.
Bodycams: el aspecto clave de la nueva ley de seguridad privada en Chile



